Vive tu casa con pasión este San Valentín
Eres de los que viven su casa con pasión, ¿a que sí? Te encanta tu hogar, cada milímetro y cada rincón. Es probable, entonces, que disfrutes de tu ropa de cama: sábanas, fundas, edredones, cojines…
Una cama bien hecha te acoge con los brazos abiertos cada noche cuando te metes en ella. Si te encanta esta sensación, disfruta las caricias que brinda el algodón 100% a tu piel. Usa siempre una ropa de cama natural.
Celebra tu amor por tu hogar este San Valentín. Y por si quieres compartir este entusiasmo con tu pareja, hemos preparado una selección de ropa de cama natural, acogedora y muy bonita que es todo amor.
My love is your love
El juego de cama My Love, muy especialmente, está destinado a apasionados del textil y los pequeños placeres. Un diseño sencillo en blanco y negro con la palabra “My love” en una preciosa tipografía y algunos corazones impresos solo en lugares estratégicos.
Si te gusta la ropa de cama blanca, te encantará y podrás mezclar los motivos de sus cojines: algunos blancos y otros negros. Además, hay fundas de cojín cuadradas y rectangulares. ¡Te quedará una cama bonita y apasionada!
El juego My Love incluye funda nórdica, sábana, colcha, varias medidas de funda de almohada y funda de cojín.
Combina con distintas sábanas bajeras (blanca, negra o gris) de nuestra gama Basic. ¡Échales un vistazo y diseña la cama más amorosa!
Otros complementos para veladas románticas
Como las veladas especiales no solo tienen lugar en el dormitorio, también tenemos otras piezas textiles suaves y encantadoras en nuestra selección de San Valentín.
Hay muchas mantas y plaids de algodón de claro estilo nórdico. Las tienes también tejidas artesanalmente. Mantitas en tonos crema, pastel o gris para compartir mimos frente a la tele o durante una cena con velas en la terraza.
Junto a ellas, multitud de cojines de colores y texturas variadas. Siempre suaves y acogedoras.
Además, una ventaja de comprar ropa de cama o textiles durante estos días en nuestra tienda es que podrás beneficiarte de las segundas rebajas.
¿Quién dijo que febrero era el mes más frío del año?
Grandes y apasionados planes a bajo coste
Para terminar, te recomendamos algunos planes de San Valentín que puedes celebrar en casa o cerca de ella, sin mucha ostentación ni grandes lujos.Más bien se trata de disfrutar juntos pequeños momentos, experiencias o placeres que son muy agradables de compartir.
Un brindis en la terraza (bien abrigados)
Mientras no estemos a temperaturas bajo cero, ¿por qué no preparar un brindis en la terraza rodeados de velas? Podéis colocar luces diferentes para crear ambiente y poneros cómodos con unos cojines y grandes mantas.¡Solo falta poneros de acuerdo sobre vuestro caldo favorito y a brindar por el amor!
¡Vuestro postre favorito y dos cucharas!
Seguro que hay algún delicatesen que os encante en alguna tiendecita de vuestro barrio. ¿Una tarta? ¿Un pastel? A nadie amarga un dulce, así que elegid uno especial para terminar vuestra velada de San Valentín. Dos cucharas y placeres compartidos. ¡Sencillamente perfecto!
Un regalo, ¡diseñado por ti!
Es cierto que a veces puede ser todo un reto y no a todo el mundo le gusta hacer regalos hechos a mano, pero saber que la otra persona ha dedicado tiempo a prepararnos algo bonito es algo muy especial.
En lugar de comprarle algo ostentoso por San Valentín, ¿por qué no creas algo para él o para ella? No hace falta que crees algo desde cero, no todos tenemos la habilidad ni la creatividad. Siempre puedes comprar varios tipos de flores distintas y crear un bonito ramo personalizado, preparar un plato especial u organizar una jornada llena de planes divertidos a modo de sorpresa.
La puesta de sol invernal perfecta
Estos días fríos podemos ver puestas de sol preciosas que combinan colores como el naranja o el púrpura. Algunas parecen auténtico fuego o nos evocan el algodón de azúcar de las ferias de nuestra infancia, sobre todo, cuando hay nubes en el cielo.Un plan romántico, barato y fácil es encontrar un momento para hacer una pausa e ir juntos a un sitio bonito a contemplar la puesta de sol. A veces algo tan sencillo como parar, mirar hacia arriba y contemplar la belleza puede llenarnos el corazón de gozo, ¿no crees?